jueves, 23 de septiembre de 2010

Desde cuando se utiliza la corbata y porque

La corbata es uno de los signos de elegancia por excelencia, aunque muchos diseñadores y las propias corrientes de la moda le quieran quitar protagonismo.

Piensa en esto: ¿Qué sería de un elegante traje sin una preciosa corbata? La corbata sigue siendo un elemento imprescindible en el ropero de cualquier caballero que tenga una vida social mínima, o que tenga un trabajo en cuyo entorno aún se viste de traje y corbata.

HISTORIA
La historia de la corbata se remonta a unos cuantos cientos de años. El origen más claro se data en 1.660, en la contienda entre el regimiento Croata y los Turcos. Este regimiento (parte del imperio Austro-Húngaro), en una de sus visitas a París en el que se presentaban como héroes ante su Majestad Luis XIV (conocido por su gusto por el buen vestir y los pañuelos), los oficiales llevaban al cuello unos pañuelos de colores.

Estos pañuelos de colores se cree provienen de los oradores Romanos. Se ponían en el cuello para calentar y cuidar sus cuerdas vocales. Tanto gustaron a Luis XIV que diseñó para el regimiento real un pañuelo con la insignia Real, y al que denominó Cravette, proveniente del vocablo Crabete, que significa Croata. Al regimiento se le conoció como el Royal Cravette.

Pronto la idea se extendió y cruzó el canal haciéndose un hueco en Inglaterra. Al principio no era muy corriente ver a la gente con un trozo de tela al cuello, pero la idea iba cuajando poco a poco.

En un principio se vestían todo tipo de tejidos y estampados. Y no existían patrones determinados para tal prenda, que se podían ver, incluso, con borlas y cordones y de múltiples tamaños. Las primeras corbatas eran todas de importación.

A principios del siglo ** Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiadores predecían la desaparición de la corbata (no tenía sentido llevar un "trozo" de tela al cuello), la corbata perdura hasta nuestros días. La corbata pasó a ser un signo distintivo entre las clases más acomodadas.

El desgastado valor estético que le atribuían los diseñadores no parecía tal. Muchos fueron los partidarios de la corbata, alegando que realzaba el uso de la camisa y destacaba la verticalidad del cuerpo. Decían que la corbata añadía estilo, elegancia, color y textura a la austera camisa.

Y es del todo cierto. Un buen traje, aunque se note su calidad, no luce tanto sin corbata, como vistiendo una elegante corbata de seda con un nudo Windsor, por ejemplo.

A pesar de los detractores, la corbata y la camisa comienza su evolución de forma conjunta para lograr su mejor armonía.

Espero haberte ayudado, Saludos y no olvides tener unas cuantas corbatas en tu ropero...

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